lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Cómo puede ser la escuela para el mañana?- Videoconferencia: Francesco Tonucci

El titulo de la videoconferencia planteado a modo de interrogante que incentiva al espectador a reflexionar en diversos aspectos de la educación, acaparó tanto mi atención que no pude resistirme al deseo de saber de qué trataba, y qué aspectos se proponía abarcar el disertante para el desarrollo de la temática.
Invita a reflexionar sobre la duda planteada en la sociedad, en torno a si la escuela que tenemos hoy es adecuada, en la necesidad de pensar en una escuela para el mañana, y en ciertas creencias presentes en nuestros tiempos, tales como: “La escuela de antes era mejor” “los educadores y alumnos eran mejores”.

Tonucci, explica desde su visión que es necesario pensar en una escuela para el mañana, pero que no considera correcta la creencia de que la escuela de antes era mejor, ya que afirma que las escuelas de antes eran solamente para unos pocos. Esos pocos eran de familias sensibles, cultas y ricas, que ofrecían a sus hijos las bases culturales, y esperaban de la escuela únicamente aspectos complementarios a las mismas.
Sostiene que la escuela que se ofrece en estos tiempos se ha quedado en una escuela para pocos, y es ese  el principal desafío a superar: “Es necesario una escuela pública para todos, pensada para niños que no tienen una familia atrás que ofrezca esas bases culturales, familias que probablemente no tengan las capacidades ni instrumentos necesarios para ofrecer a sus hijos.”

El papel que debe asumir la escuela, es el de brindar las bases culturales a todos y cada uno de los niños, un ambiente rico, cuidado, donde haya libros, música, arte, huerta  un espacio que invite a quedarse. Un lugar  donde se brinde la lectura en voz alta, no solo de cuentos sino también de libros, donde se escriba a vista de todos aquello que los chicos expresan, ya que es el único método verdadero para entrar al campo de la lectura y la escritura convencional.

“Pienso que se podría aprender sin odiar lo que estudiamos” esta frase extraída de una de las historietas de Frato, refleja en parte como es vivenciada la escuela por los niños. La escuela no es disfrutada por estos ni  tampoco por las familias, lo cual hoy genera un gran asombro por parte de educadores y profesionales comprometidos con la tarea de enseñanza,  ya que anteriormente esta era una aliada de la educación escolar. Por último es importante resaltar que Tonucci, sostiene que tampoco les gusta a los docentes, paso que considero importante para comenzar a pensar en el cambio.
A partir de ello se puede pensar en otro desafío que debe asumir la escuela,  y es el de formar personas felices que encuentren lo que desean hacer en un marco de disfrute e interés, por esto el disertante opina que debe dejarse de  estudiar  lo que de alguna manera impone el mercado, y debe otorgarse un amplio abanico de lenguajes para todos. Así mismo resulta necesaria pensar la escuela con momentos más intensos y no tan extensos.
 Entonces… ¿Cómo puede pensarse en un escuela para el mañana?
Una escuela para el mañana,  debe ser para todos y debe no solo atender a lo anteriormente mencionado, sino ser además una escuela abierta a la diversidad, una escuela receptiva, que escuche y se interese de aquello que cada uno de los niños tiene para aportar, que brinde momentos educativos iniciados a partir de la escucha  y no de la propuesta, donde los pensamientos de los niños puedan ser  material de trabajo reconociéndolos de esta manera como seres dignos y capaces.
Tonucci afirma además que se es niño por poco tiempo, y todos deben tener el Derecho a una buena educación, agrega: “Tener un buen docente debe ser el Derecho al estudio de todos los niños”, no se trata de modificar la escuela y las leyes si no de dedicarse a la formación de docentes.

Se me hace casi imposible agregar algo a semejantes reflexiones y pensamientos, cada palabra  me remontaba a muchos momentos de mi paso en la escuela como alumna, clases interminables, horas y horas sentadas, carpetas que se guardaban de un minuto para otro para recibir a otro profesor y escuchar otra materia, etc. Aspectos que se observan cotidianamente en la vida escolar, pero que pocas veces se reflexiona críticamente.
Sin dudas la videoconferencia me pareció excelente, cada aspecto que el disertante consideraba desacertado lo justificaba de modo tal que permitía ver con claridad la necesidad del  cambio.
Cada vez que veo, escucho y disfruto de este tipo de cosas de calidad, me invade una sensación extraña, y el deseo de querer cambiar algo por más mínimo que sea se hace cada día más inmenso.  Por ello coincido con quienes ven propicia la necesidad de capacitarse continuamente, y no quedarse únicamente con lo que se aprende en el profesorado. La carrera no termina en sus cuatro años, más bien recién empieza.
Quiero cerrar resaltando esta frase  dicha por Tonucci en la presente videoconferencia: “Siendo un buen maestro, no se podrá ser un mal maestro por más que haya malas leyes”. Para pensar…









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