La conferencia se
llevó a cabo en el profesorado “Escuela
Normal Superior 10 Juan B. Alberdi”.
Sinceramente el
titulo de la misma no me generaba muchas ganas de acudir, sin embargo al cabo
de unos instantes pensé más
abiertamente, y me dije que no asistir porque el simple titulo no me convencía sería algo así como “juzgar un libro por su
portada”. Así fue como decidí asistir.
En rasgos generales
la conferencia trataba de la investigación en general, y la investigación en la
física. Para el desarrollo de la temática la disertante partió de interrogantes
tales como ¿Para qué investigar? ¿Qué hace un científico? ¿Se hace en nuestro
país?
A continuación
expuso sobre las ciencias exactas y las
ciencias naturales, además explicó dos ramas importantes para las
investigaciones: La físico teórica (elabora teorías y modelos) y la
experimental (comprueban las teorías desarrolladas).
Luego de un tiempo
de exposición, comencé a pensar si realmente algo de ello colaboraría con
nuestra formación como docentes de nivel inicial más allá de la importancia que
tiene construir nuestro propio conocimiento y acudir a espacios similares. Me
dije que no, quizás estaba buscando algo que fundamente fuertemente mi presencia
en aquel espacio.
Llego el momento
que esperaba, la docente quien acompañaba a la disertante y con ayuda de esta,
afirmaron la importancia de la investigación en cualquiera de los campos del
conocimiento, resaltando así lo rico e
interesante que es investigar en la docencia, plantearse preguntas, problemas y
realizar una investigación en torno a ello.
Por fin empezaban a hablar de la enseñanza en el nivel inicial, primaria
etc.
Expusieron, aunque
brevemente, la poca presencia de las ciencias en las salas. Resaltaron la necesidad de comprender que no se necesita de
un laboratorio totalmente equipado para hacer ciencias con los niños, es más
quizás se podría prescindir de un laboratorio y llevar “el laboratorio” a la
sala.
Relataron algunos
casos, expuestos a continuación:
G, es un niño de
séptimo grado que con marcadores armó una pistola con su respectivo tambor, y
realizó el gatillo con una bandita elástica de manera realmente impactante.
Cuentan tanto la docente como la disertante, que si bien la utilizó para
asustar a niños en el baño no podían dejar de asombrarse de su construcción y
de las preguntas que lograba generar. Entre ellas, ¿Cómo puedo hacer para
apuntar y que la bala llegue hasta acá? (la pregunta fue formulada pensando en
la realización de un tiro oblicuo).
La docente quien
contaba su historia, afirmó que solía verlo por horas parado fuera del aula. Al
cabo de unos años lo tuvo de alumno y comenzó a comprender, aunque no lo
justificaba, porque algunos docentes le pedían
que se retirase de clase. Había temas que a G le aburrían, o que terminaba
rápidamente y así comenzaba a “molestar”
al resto de sus compañeros. G, Planteaba preguntas interesantes y a veces un
tanto alocadas, pero ella en vez de molestarse y tomar la decisión (considerada
incorrecta) de sacarlo de clases, intentaba darle una respuesta y plantearle un
interrogante mayor que pudiera llegar a interesarle, de tal modo G se empeñaba
en resolverlo. G, tenía mucha curiosidad por su entorno y tenia además mucho
conocimiento.
Su docente (o
ex-docente) plantea la importancia de no ignorar estos casos, de seguir
manteniendo viva la curiosidad de los niños y de generarla, de tener en cuenta
las intervenciones de ellos, así mismo a ésta le preocupaba que la escasa paciencia
de algunos docentes lejos de fomentar y mantener vivo el interés y la curiosidad
de G, lleven a considerarlo “loco”. ´Pensaba además en la cantidad de G que
existen y de los cuales del mismo modo podrían llegar a ser ignoradas sus
importantísimas intervenciones.
Relataron a demás
el caso de un niño de 5 años. La docente quien le estaba explicando y mostrando
al grupo de niños el uso de una pantalla digital, embarcó el tema diciéndoles
que en su mano tenía un “lápiz mágico”
(como subestimándolos sin querer). Uno de los niños de cinco años
aproximadamente, le dijo: “No, eso no es un lápiz mágico, es un lápiz que sirve
para escribir en la pizarra digital” y el niño continuo explayándose un tanto
más sobre estas nuevas tecnologías.
Fue allí, cuando
nos explicó lo significativo que es atender a los saberes que los niños traen
consigo, generar nuevos, y de lo fundamental que es brindarles diversos
espacios.
Empecé a tomar
noción de lo apresurada que había sido mi respuesta al decir que la conferencia
no aportaría nada a mi formación.
Me interesé por un interrogante que surgió, en la
conferencia, así como al pasar: ¿Por qué
hacer ciencias en el jardín? Esto me llevó a pensar en áreas cursadas
durante cierto trayecto de la carrera.
¿Cuántas veces los
niños nos hacen preguntas inimaginables? ¿Preguntas que quizás ni siquiera
nosotros nos hicimos?
Los niños suelen tener preguntas desafiantes, se interesan por los "cómo
", los "cuándo", los "porqué", y se cuestionan acerca
de los fenómenos que se producen a su alrededor.
Si a todas esas preguntas que los niño suelen
realizar y realizarse, se le suman docentes formados y capacitados que puedan
brindar a los niños el abordaje de diversos temas mediante la formulación de
sus hipótesis, que brinden la oportunidad de realizar experimentos, de brindar
momentos de exploración, de fomentar e incrementar la curiosidad y los
intereses de los niños, el deseo de saber y conocer, docentes capaces de ofrecer ciencias, contribuirían gratamente a enriquecer la construcción de la noción del
mundo que los rodea.
La enseñanza de las ciencias en el nivel inicial,
entendidas desde el diseño curricular como “Indagación del ambiente social y
natural” aborda diferentes miradas del conocimiento del ambiente, que es el
resultado de la interacción entre lo social y lo natural. Plantean V. Kauffman y A.
Serulnicoff (2000) al respecto: “Hacer
ciencias en el jardín se presenta como sinónimo de la indagación del ambiente
social y natural”
El Diseño Curricular para la Educación Inicial señala
en relación a ello: “El estudio del
ambiente convoca diferentes disciplinas que poseen su propio objeto de
conocimiento. En el nivel inicial comparten un enfoque didáctico cuyo propósito
consiste en que los alumnos complejicen, enriquezcan, profundicen, y organicen
sus conocimientos sobre el”
Hacer ciencias en
el jardín contribuirá entonces a la formación de niños cada vez más curiosos,
observadores, niños que exploran, que buscan información, se plantean interrogantes.
Niños más autónomos, capaces de exponer su punto de vista y respetar el de
otros. Contribuyen además a “formar ciudadanos críticos, respetuosos,
activos y responsables, capaces de integrarse
creativamente a la sociedad de la que forman parte”.
Si bien la conferencia trataba más específicamente
el tema de la física, me permitió igualmente
reparar en la importancia de las ciencias en el jardín sabiendo que en
ellas se involucran diversas disciplinas y esta no es la excepción.
Con esto no intento responder por completo al
interrogante ¿Por qué hacer ciencias en el jardín? , simplemente me propongo
acercar al lector unos de los temas sobre los que me permitió reflexionar la conferencia a la cual asistí, y
mostrar de manera sintética lo que afirma el Diseño Curricular en base a ello, recordando
así que su uso es de vital importancia en la tarea de enseñanza.
Para
finalizar considero necesario marcar un
punto que se abordó en la conferencia aunque muy por encima, y tiene que ver
con el lugar que debe darse el docente a decir “no sé”. No siempre se tienen
todas las respuestas, podrá sí proponer buscarlo e investigar sobre ello con
los niños pero nunca intentar dar una respuesta de algo que no se sabe sin
antes investigar e informarse.
A continuación les
dejo un enlace donde el científico Dan Shechtman hace mención de por
qué cree necesario enseñar ciencias desde el jardín de infantes: